Pocos artículos surgidos del mundo del deporte han conseguido trascenderlo y convertirse en una prenda para cualquier ocasión como lo ha hecho la gorra de béisbol.
Su origen se remonta a 1860, en Nueva York, cuando los jugadores del equipo Brooklyn Excelsiors comenzaron a usar unas gorras parecidas a las de ahora.
En los años 40 del siglo pasado nace la gorra moderna, hecha de seis piezas y con pequeños orificios para la ventilación.

La clásica gorra de béisbol tiene la visera curva, ajuste trasero y el logo del equipo en el frontal, por ejemplo la típica de los NY Yankees.

Pero hay muchas variaciones, como la de camionero o trucker con rejilla y forro de espuma en el frontal, o las de visera plana, muy populares los últimos años. Este icónico complemento se ha puesto especialmente de moda desde la última temporada de otoño-invierno.

Todas las grandes firmas de moda han lanzado modelos de gorras personalizadas bordadas, principalmente truckers.

En Impacto33 hemos seleccionado 11 gorras de visera curva de todos los tipos.

Desde las deportivas fieles a los modelos originales, hasta las más modernas, pasando por la versión más elegante de un objeto que si algo derrocha, es versatilidad.
Para todo tipo de hombre y con un amplio rango de precios. Imposible no sucumbir ante un complemento icónico por el que no pasa el tiempo.

Hay muchos complementos que poco a poco se han ido incorporando al armario masculino, desde bolsos hasta pajaritas, pasando por cinturones y pañuelos, todos ellos usados por los hombres en cualquier circunstancia hoy día. Sin embargo, había un complemento que, a pesar de haber estado de moda en los 90, desde hace años era símbolo de poligoneros y anti-estilo: la gorra.

En estas últimas temporadas los trend-setters de medio mundo han conseguido hacer resurgir a la gorra como uno de los complementos de moda. Nuevas formas, nuevos estilos y voilà, un complemento perfecto más. Bienvenidos al renacer de la gorra.

Desde que estuvieran de moda en los 80 y 90 (donde constituían un complemento genial), las gorras dejaron de ser lo que eran durante los 00’s. Pero los bloggers del mundo y los creadores de tendencias han querido recuperar este complemento con una estética renovada que la convierte en la guinda de un look casual y urbano. ¿Te has dado cuenta de esta renovación?

Simple, hortera y sin ningún tipo de estilo. En todas las ciudades importantes a nivel tendencia en el mundo podemos ver que la gorra es casi un obligado

Otro detalle que las hace tremendamente apetecibles son los escudos y los detalles universitarios, imitando la estética de las gorras de béisbol americanas. 

Complementada con prendas urbanas, este chico representa a la perfección el lavado de cara que ha sufrido la gorra.

Una vez que conseguimos demostrar que las gorras, estéticamente, han dejado de ser lo que eran sólo queda que un buen puñado de hombres a la moda las lleven para que se conviertan en pura tendencia de calle.

Y si nos centramos en el panorama nacional, sin duda Tripiko  ha sido el que se encontraba a la vanguardia de este ejército estético. Pablo consigue hacer de esta prenda un complemento que va más allá del estilo puramente urbano, llevándola con camisas y pantalones de pitillo.

Además, el hecho de utilizarla hacia atrás da un nuevo giro (nunca mejor dicho) a este complemento. Sé que no es nuevo y que muchos chicos llevaban de este modo su gorra hace un par de décadas, pero haberla renovado de una forma tan genial es motivo de halagos.

Un consejo muy básico: que la gorra te quepa bien en la cabeza.

Que parece muy obvio pero hay que tenerlo en cuenta, Este punto, además de la talla, incluye también todas esas gorras enormes tipo ‘baseball’ o ‘trucker’, más altas.
Elige una que ajuste, sencilla, tipo ‘dad cap’. o fíjate en Ryan Gosling, el Cadillac de las celebrities, que ya no es precisamente un adolescente.

Las gorras de otoño tienen algo que nos será muy útil: las texturas. Gorras de lana, con estampados como el Príncipe de Gales o la pata de gallo, de paño. Son estupendas porque sirven como alternativa a la gorra deportiva clásica y es un complemento que enriquece el look. Para el ya cercano otoño, Louis Vuitton propone gorras de cuero en todos sus looks, tenlo en cuenta.

Si lo eres (que puede que lo seas, quién sabe) están permitidos todos los excesos ‘gorriles’, incluyendo ese de ponerse la capucha por encima de la gorra.
Sinó, evita este tipo de cosas, Como ponerte la gorra al revés. ¿Qué es esto, el opening de El príncipe de Bel Air?

La gorra normal, en su sitio, visera por delante.

La gorra con chándal para ir al gimnasio está genial, o para ir a la montaña. Pero para la calle, si queremos que el look madure, mejor sin ropa deportiva.

Pero lo informal también nos vale: con un polo y unos vaqueros, con cazadora, con tonos oscuros, con camisas, con un buen jersey…

Un hombre con gorra que justifique su actitud siempre funcionará.
Un motero con gorra de motero, un señor que va a la suya y una gorra con lettering tipo tienda de tatuajes… Tienes que vestirte como lo que eres.

Si eres Alessandro Michele y vas de Gucci, por ejemplo.

Es fácil, fíjate en actores como Harrison Ford o Patrick Dempsey (ese nuevo-viejo icono a tener en cuenta) o en estrellas globales como David Beckham. Todos ellos con edad y arrugas suficientes como para lucir la gorra con madurez.

Una camiseta básica, un pantalón sastre y una gorra (neutra o con algún pequeño contraste, como un símbolo o un logo) es un outfit ganador a cualquier edad. Y aunque parezca que las gorras son las que llaman la atención del conjunto, a veces pueden hacer justo lo contrario: una oscura con ropa estampada no es una mala idea.

¿Por qué no? Hay gorras que pueden lucir bien con ropa más formal. ¿Con un traje? Con uno absolutamente ortodoxo no, pero con un blazer y unos pantalones, o incluso con un dos piezas un poco ancho y desestructurado es posible. Vuitton o Zegna están a favor y marcas como Undercover proponen además ropa ‘de trabajo’ con gorra.

La gorra es, técnicamente, para protegerse del sol. Pero las principales firmas proponen para el otoño-invierno que llevemos gorras también como complemento contra el frío, acompañando a prendas gruesas, abrigos enormes o chaquetas acolchadas. Y a nosotros nos parece una idea brillante.

Como nuestro Rey Felipe VI, en un barco, este mismo verano. Ahí sí.